La industria de la moda considerada la segunda más contaminante en el mundo. Una de sus mayores problemáticas es la sobreproducción y la gestión de desechos. Se produce más ropa de la que usamos, generando toneladas de residuo textil. ¿Y qué hacemos con toda la basura? ¡Reinventarla puede ser la solución!
Bajo este contexto, nace Yai Yai, siendo un proyecto de marca que presenta un modelo de moda lenta mucho más responsable. Se crea una primera colección basada en tres prendas de vestir; un vestido negro, y una falda y chaqueta vaquera. Todas ellas creadas a partir de ropa que iba a ser desechada. Buscando como cualidades principales la calidad y la atemporalidad como apología a un consumo más lento y eficiente, tratando también de mostrar una alternativa a la sociedad más joven que reclama cuidar el medio ambiente.
Además, es una colección única. Confeccionada a mano y destinada a venderse localmente, para no contribuir al aumento de la huella de carbono ni al incumplimiento de los derechos fundamentales de niños y trabajadores
“Diseñando el futuro sostenible”
Prendas de diseño sostenible
Sostenibilidad Calidad Cercanía Ético Único
Versátil, creativa, divertida, auténtica
Desde el amor y la creatividad queremos cambiar la forma de consumo y hacer accesible la sostenibilidad. Damos una segunda vida a la ropa creando de forma original nuevas prendas; bonitas, atemporales, duraderas y con un toque único. Manifiesto: Para no contribuir al daño dela cadena de la Industria de la moda, y poder revertir el daño ya causado solo utilizando ropa desechada.
Esta chaqueta vaquera de patchwork es una fusión artística de retazos de tela que cuentan historias, expresan emociones y celebran la individualidad. Es una prenda única que te envuelve en su encanto y te invita a abrazar tu propia creatividad y originalidad
Si tenemos que hablar de un tejido emblemático del que nunca jamás pasará de moda, ese es el vaquero. Tejido principalmente hecho del algodón, el cual es asargado de trama blanca, teñido de azul y lleva un proceso de desgastado que le da el diseño final. También conocido como jeans, se originan como una prenda resistente para los trabajadores y esclavos de estados unidos en el siglo XIX. No obstante, a lo largo del siglo XX se convertirían en una prenda popular en todo el mundo
El viaje de los jeans de pantalones de trabajo utilitarios a un fenómeno mundial de la moda refleja su atractivo perdurable y su importancia cultural. Han llegado a simbolizar la rebelión, la cultura juvenil y la individualidad, resonando con personas de todos los ámbitos de la vida. A medida que los jeans continúan evolucionando con las tendencias de la moda, su estilo atemporal y su versatilidad aseguran que seguirán siendo un elemento básico en nuestros guardarropas en los años venideros. Y que mejor manera de que sigan siendo parte de nuestras vidas desde una perspectiva respetuosa con el medio ambiente
Una minifalda muy minifalda que reafirmara los derechos de la mujer, siendo sexy a la par que elegante. Una falda corta es sinónima también de comodidad y libertad, además evoca la diversión de los divertidos años 60 en Londres, donde nace esta pieza. De líneas recatas y entallada que dibujara la silueta femenina
Desde el inicio la idea era crear un conjunto de chaqueta y minifalda vaquera con la misma idea y estilo que combinaran entré sí. Los conjuntos de ropa siempre presentan coherencia y armonía, pues los colores, estampados y texturas combinan complementarse entre sí, de manera equilibrada
La minifalda fue toda una revolución, y ya no solo en la historia de la moda, también fue una metamorfosis trascendental para la mujer. Inspirada en las túnicas de griegos y romanos, los hombres las llevaron durante siglos como uniforme usando medias o mallas, mientras las mujeres vistieron largos vestidos y faldones que tapaban sus tobillos, hasta que el mundo empezó a cambiar y la moda se unió al cambio
Para las mujeres fue un contexto histórico todavía más importante, empezaban a acceder a la educación y al trabajo libremente, se comercializó la píldora anticonceptiva y el movimiento feminista crecía con publicaciones como la “La mística de la feminidad, un ensayo en el que abordaba el “problema que no tiene nombre” de Betty Friedan en 1963 . Por ello, Sadie Frost (como se cita en Navarro, 2022) afirmó que “La minifalda de Mary Quant fue un corte de mangas al Gobierno”. Y una tendencia que empoderó a la mujer y se quedó en su armario para siempre.
Versátil y sencillo, perfecto para un sin fin de ocasiones. Inspirado en la elegancia del clásico vestido negro que Coco Chanel populariza llevado por Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. Busca la comodidad y el representar a la mujer como la pionera tenista española Lilí Álvarez, que ya lucia vestidos cortos en los años 20 para jugar al tenis.
La moda es una industria en constante evolución que presenta continuamente nuevas tendencias y estilos de los cuales acaban naciendo prendas icónicas. Como es el caso del “Little Black Dress” (LBD), el pequeño vestido negro. Siendo una pieza atemporal que se ha mantenido relevante durante décadas.
El atractivo perdurable del LBD radica en su capacidad para trascender el tiempo y las tendencias. Es un lienzo en blanco sobre el que se puede expresar el estilo individual, y personalizarlo. La sencillez y la elegancia discreta lo convierten en un elemento básico de vestuario que se puede vestir en todo tipo de ocasiones. Además, se ha convertido en un símbolo de empoderamiento y confianza. Encarna la noción de que uno no necesita colores llamativos o adornos excesivos para hacer una declaración. El pequeño vestido negro es un testimonio de la creencia de que la simplicidad puede ser tan poderosa como atractiva
© Yaiza Vega - 2024
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